La cacería, con el padre de Holgueras en el caballo |
Y
así seguimos creciendo, es decir, envejeciendo. El Félix en la huerta, los
chicos por ahí, sin casarse siquiera, y la Lourdes frente al asador… y la casa,
y su madre enferma. Cada vez hace más calor, pero nieva menos. Aun así,
Turégano cambia poco: las casas de la Plaza España están medio abandonadas,
como la casa grande, la Casa Holgueras de antaño que se ha quedado hasta sin el
cuadro de la cacería, el de los galgos.
--En fin, que para chatos todavía queda. Del cuarto de cordero pasaron al cuarto para dos, con doble ración de pan… ¿A dónde iremos ahora que han quitado la extraordinaria a los funcionarios y nos han subido el IVA? Pues… para menos.
Contaba
Carlos (el de la Anita y su esposo Santiago, el escritor… Sí, escritor como
Victoriano), que ni el de las cervezas te da crédito… ¡Pues claro! Si a la
semana siguiente cualquier negocio ya ha cerrado. Todos cierran. Nosotros
talvez no, porque en Segovia Carlos se las arregla con los churros a los
universitarios, y uno que otro pincho a los vecinos. Además, todavía le quedan
las tragaperras y el instituto. En Turégano, seguimos teniendo el mejor cordero
de Castilla. En Carbonero El Mayor algo ayudan las secadoras de jamón, pero se
sale con menú del día, de a seis euros.