La cacería, con el padre de Holgueras en el caballo |
Y
así seguimos creciendo, es decir, envejeciendo. El Félix en la huerta, los
chicos por ahí, sin casarse siquiera, y la Lourdes frente al asador… y la casa,
y su madre enferma. Cada vez hace más calor, pero nieva menos. Aun así,
Turégano cambia poco: las casas de la Plaza España están medio abandonadas,
como la casa grande, la Casa Holgueras de antaño que se ha quedado hasta sin el
cuadro de la cacería, el de los galgos.
--En fin, que para chatos todavía queda. Del cuarto de cordero pasaron al cuarto para dos, con doble ración de pan… ¿A dónde iremos ahora que han quitado la extraordinaria a los funcionarios y nos han subido el IVA? Pues… para menos.
Contaba
Carlos (el de la Anita y su esposo Santiago, el escritor… Sí, escritor como
Victoriano), que ni el de las cervezas te da crédito… ¡Pues claro! Si a la
semana siguiente cualquier negocio ya ha cerrado. Todos cierran. Nosotros
talvez no, porque en Segovia Carlos se las arregla con los churros a los
universitarios, y uno que otro pincho a los vecinos. Además, todavía le quedan
las tragaperras y el instituto. En Turégano, seguimos teniendo el mejor cordero
de Castilla. En Carbonero El Mayor algo ayudan las secadoras de jamón, pero se
sale con menú del día, de a seis euros.
--Ni Zapatero, ni Rajoy… Ni Robert que se equivocó en varios años cuando dijo que de ésta salíamos en seis meses. Ya no estoy seguro si veré mejores tiempos. Me queda la marcha de otros días, todo el vino (incluido el del office), y los cubatas, mis cigarros… y la huerta. ¡Ah, la huerta! Robert dice que esa no es una huerta, ¡pero qué puede saber Robert!
--Queda atrás del Castillo, a unas cuadras, por la carretera de Aranda (¨…por el puente de Aranda, se cayó, se cayó¨), la de Veganzones. No tiene luz eléctrica, pero ¡para qué coños la necesitan cuatro ovejas, seis gallinas, un gallo, un gato y un perro! Además, sí que cultivo tomates, manzanas, chalotes y patatas… Casi en maceteros, pero salen buenísimas. Si hasta tengo pesebrera y oficina con uno de los cuadros que me regaló Robert (¡joder con Robert y sus cuadros!). En la huerta no se escucha a nadie; estoy yo solo… Casi siempre estoy yo solo porque me escucho a mí mismo… Bueno, la Lourdes también me escucha, a ratos… Que es que es muy ocupada. La huerta es mía; la huerta soy yo.
--Robert y Lucy nos invitaron a Burdeos, a propósito de la boda de la sobrina de Lourdes, que se casa en Cantabria… En Villacarriedo, que es un pueblo lleno de geranios, en la montaña. En tamaño va por ahí con mi pueblo, aunque no tiene castillo, y las casas están todas desperdigadas. Al principio me emocioné mucho, pero no pudimos ir. No es fácil cerrar el negocio tantos días, pero sobre todo no hay quién de de comer a los animales en la huerta. No sé qué haría sin mis animales; ¡si cuando perdí la explotación agarré una depresión! (nada que no se arregle con un cubata).
--Este verano pasó por aquí Damián, el de Escalona, con un primo suyo; vinieron a por el cordero para comérselo con la familia, en el pueblo. Que mi padre y el suyo fueron buenos amigos. A Damián le va mejor por allá, pero yo ya no voy. Matías (“para San Matías se igualan las noches con los días”, 25 de febrero), el hijo de Robert (“que como es el tronco es el vástago”) nos alegró un día, hace no mucho, y anduvo diciéndonos que fuéramos para allá. ¡Que no, que no! Ya estuvimos de visita, pero a quedarse… (meneando la cabeza). Aquí en el pueblo quiero morir, además ¿quién va a cuidar la huerta?
--Le contaba yo a Robert que Casa Holgueras se fundó en 1893. ¡Joder! ¡Esa es reserva, coño, no la de estos vinos!
--Sabréis perdonar que os cuente mis historias, pero la verdad, me queda tiempo. ¡Bueno! Se suponía que esto trataba de Holgueras, y he terminado hablando de Robert. Pero es que Robert tiene a Holgueras en sí mismo como nadie, más que yo, creo. Si hasta dijo que va a escribir un libro sobre mí… Sabe Dios si lo terminará algún día, aunque “con paciencia y saliva se la metió el elefante a la hormiga”. De vez en cuando alimento el alma de Robert con uno de mis refranes:
A pie o andando, como el burro de San Fernando /Aguilafuente, buen pueblo, mala gente /¡Que en esas tabernas yo no entro! (las iglesias) /Un buey caga más que cien golondrinas /Para San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves /Febrero, mocho; marzo, ventoso; y abril, lluvioso, saca a mayo florido y hermoso /Cuando marzo mayea, mayo marcea. /Sol madrugador y cura callejero; ni el sol dará calor, ni el cura será bueno /¿Cuál es el ave que pone los huevos más grandes? La avispa.
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