Mary Cassatt, La taza de té, óleo sobre lienzo |
Me encontraba en New York de trabajo, acompañando a
un cliente de Quito a comprar equipos
para un nuevo restaurante, y les advertí que el sábado no podía ir con ellos de compras por cuanto ya había previsto hacer algo por mi cuenta. Cuando se enteraron que iba a 'un
museo', me dejaron en total libertad. Era un enero particularmente frío; se
anunciaba una de las peores nevadas para el domingo.
Fui al Museo Metropolitano ubicado en el maravilloso
Central Park, con mi atuendo de anónimo: cualquier pantalón, camisa
que no combina, chompa y gorra de lana, sin afeitarme. Llegué al vestíbulo del
museo, y me dirigí al mostrador circular en medio de la sala, donde atendían
unas doce ancianitas voluntarias, dando información a niños de escuelas y
otros visitantes.
Me dirigí, sin pensarlo, hacia la única señora joven, es
decir en los cincuentas, con cabello corto y algunas canas.-¿Impresionismo americano, por favor?
Y la señora, viéndome con tristeza, se
pregunta a sí misma:
-¿Impresionismo americano?[1]…
Y mi interlocutora negaba, no sé qué, con
la cabeza, hasta que dijo lo que pensaba:
-El ala americana está cerrada por remodelación.-¿Cómo?, respondí.-Sí, va a estar cerrada por seis semanas.
Entonces cambié de actitud y comencé a
jugar al intelectual inteligente.
-¡No es posible! ¡Ustedes no me pueden hacer esto! He venido del Ecuador expresamente a visitar hoy, que es el único día que puedo, las salas de impresionismo americano.
Y la voluntaria no perdía la compostura
ni la paciencia, mientras me miraba con conmiseración.
-¿Qué pintores exactamente?, pregunta.
No pretendía ella dirigirme a la sala de
algún artista determinado, sino que investigaba si yo, el de aspecto nada
refinado con acento latino, sabía realmente de artistas americanos. Contesté
gesticulando con las manos:
-Mary Cassatt, John Singer Sargent…
John Singer Sargent El arroyo en la montaña, acuarela y grafito |
-La dirección del museo ha decidido hacer una excepción, y le va a permitir a usted visitar las salas de impresionismo americano, pero tiene que ir acompañado de uno de nosotros.
Tengo que decirles que hoy, doce años más
tarde, todavía me emociona el recuerdo de esa escena. Me asignaron un
funcionario del museo, el de la camisa azul, para que me acompañase en una
visita privada a todas las salas de pintores americanos, no solo de los
impresionistas. Las tuve para mí solo, sin niños, sin turistas, sin nadie. Él
me seguía a varios metros de distancia, y nunca me dirigió la palabra, ni me
apresuró, ni me interrumpió. Me embriagué de Sargent, Cassatt, Winslow Homer, Merritt
Chase, Childe Hassam…
[1] La pregunta real fue "-¿The American wing?"
[1] La pregunta real fue "-¿The American wing?"
John Singer Sargent, Aranjuez, acuarela y grafito |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sea amable con los demás lectores...